N. ¿Qué quieres comer mañana?
S. - Arroz.
N. ¿Pero cómo....?
S. - No sé, tu decides....
N. Morassa Poló, le encanta....voy a intentarlo.
Tengo que contaros que a mi marido y a mi nos encanta comer, ¡qué placer!. Si salimos a comer fuera de casa siempre intentamos ir a un restaurante distinto, que nos enseñen a descubrir otros sabores, texturas y placeres gastronómicos. Aquí, en Las Palmas, solemos ir a Libaneses, Persas, Japoneses, Mexicanos, Coreanos, Indúes, Chino Chino, como decimos nosotros, porque es comida China auténtica y no la occidentalizada que acostumbramos a ver, que de esa también comemos de vez en cuando que tengamos visitas inesperadas o no tenemos ganas de cocinar y de paso aprovechamos para que la traigan a casa. Aún nos queda alguno como el marroquí, que tenemos pendiente ir con una amiga.
El Morassa poló es el plato que pide siempre mi marido cuando vamos al restaurante persa, allí lo sirven con pollo. Me puse a buscar en internet y no salía nada, claro, es que lo había escrito mal. Investigué hasta dar con un pequeño libro de Recetas y hábitos gastronómicos de Irán, publicado por Ana Mª Bringos en su blog
Pasión viajera y su hijo, que fue el trabajo de final de estudios de éste en la escuela de cocina Hofman de Barcelona.
Me ha agradado mucho conocer su blog, me parece muy interesante y aunque se puede decir que no sé nada de estos países, me he leído dos libros relacionados con ellos en estos últimos meses que son: Cometas en el cielo y Mil soles espléndidos que han sido uno de los pocos libros que me han enganchado desde el primer párrafo y he visto que ella tiene algunos publicados que no tardaré en adquirir. Bueno, pues vamos al grano.
Sin tener que desplazarme hasta un comercio que venda productos de esa tierra busqué los ingredientes necesarios para hacerlo lo más original posible.
Puedo decir que el sabor se parecía mucho mucho y quedé muy satisfecha con el resultado.
A continuación mi receta que he transcrito tal cual la original cambiando sólo la adatación que yo he hecho.
Ingredientes:
- 2 Muslos de pollo sin piel y sin hueso.
- La piel de una naranja grande (anaranjado).
- 100 gr. de pistachos (verde).
- 100 gr. de almendras crudas peladas (blanco).
- 100 gr. de Zereshk (rojo). Yo puse arándanos deshidratados.
- 100 gr. de azúcar.
- 1 vaso de agua.
- Azafrán.
- 450 gr de arroz basmatí.
- Aceite de oliva.
- Especias.
- Sal.
Trocear el pollo en cuadritos pequeños y especiar, las especias que he utilizado han sido: Cúrcuma, canela, comino molido, ajos seco molido, chile molido y Sal. A continuación lo he puesto en un recipiente antiadherente y lo he asado sin nada de aceite de oliva a fuego medio. Reservar.
Procurar que las naranjas sean de color vivo. Hay que quitar la
parte blanca del interior de la piel de naranja y una vez así
preparada cortarla en tiritas muy finas, que deben hervirse en
abundante agua durante un minuto y escurrir a continuación.
Repetir la operación tres veces con el fin de que no amarguen.
En una sartén con una cucharada de aceite se ponen las pieles
escurridas y se sofríen sin dejar de remover durante un minuto.
Añadimos el azúcar, una cucharada de solución de azafrán (tostar
el azafrán, reducirlo a polvo y escaldarlo), yo como no tenía esta solución, lo que hice fue tostar el azafrán y reducirlo a polvo, luego lo mezclé con el preparado de la piel de naranjas. Añadimos también el vaso de agua. Dejamos a fuego lento
para que se evapore parte del líquido y quede un almíbar, procurando
que las tiritas de piel de naranja queden sueltas.
El arroz se prepara haciéndolo hervir durante 7 minutos
en agua abundante, yo lo he dejado 10 minutos, pero la próxima vez lo dejo un poquito más, me gusta un poco más guisadito. Escurrirlo y aclararlo con abundante agua
mediante un colador, debajo del grifo.
Terminamos la cocción en una cazuela ancha y honda cuyo fondo
se cubre con un poco de aceite y mantequilla, yo aproveché los restos del pollo asado especiado y añadí un poquito de aceite de oliva. El arroz y las pieles
de naranja se van poniendo en la cazuela por capas, junto con el resto de ingredientes y en mi caso el pollo, procurando
que tanto la primera como la última sean de arroz. Tapamos con
la tapadera envuelta en un paño, cocemos a fuego muy suave, y
usamos difusor de calor.
Para servirlo se pone con ayuda de una espátula en una bandeja,
procurando que los granos de arroz queden sueltos.
Estoy segura de que volveré a hacer recetas de este dossier fantástico.