Sea como fuere, y viendo que aún la cosa tira para largo y seguiré lejos aún más, llevo ya tiempo queriendo agradecer los regalos y detalles que me cayeron en las dos quedadas blogueras a las que acudí casi de corrido. La primera la protagonizamos en Las Palmas algunas de las blogueras de la isla de Gran Canaria. Yo me enteré del evento por el blog de Laube (¡Sano y de rechupete!) y ella ya publicó una entrada contando la experiencia dos días después. Para el evento Irmina (que también publicó ya sus experiencias), preparó unas galletas con decoración fondant que tenían una pinta estupenda y de las cuales yo me llevé una para casa tras el sorteo. En la entrada del blog de Ana Rial hay una foto en la que compartimos protagonismo José (Chocolat Republic) y yo mostrando el premio. Resultó ser una tarde muy entretenida.
Desgraciadamente mi galleta llegó un poquito machucada a casa. ¡Lo siento Irmina!
Apenas unos días después de la quedada en Las Palmas, saltábamos unos 2500 kilómetros para otra quedada. Mi marido y yo llevábamos unas semanas barajando destinos para una escapada de fin de semana y se presentó la oportunidad de visitar la ciudad de Santiago de Compostela y hacer efectivo el deseo. La excusa nos la brindó la quedada propuesta y organizada por Tito (La cocina sin complicaciones). Con ello en mente sacamos los billetes y nos desplazamos hasta la ciudad de Santiago un par de días antes, para disfrutar de su gastronomía y sus calles con ese ambiente que tiene lo realmente antiguo. Agrada pasear por las calles de la zona antigua e impresiona la Catedral. Y un rincón que no hay que perderse es el mercado. Para cuando nos vimos el sábado, ya estábamos algo perjudicados por las comilonas de mariscos y pulpo que nos metíamos. Me encanta el marisco y disfruté muchísimo comiendo todo el que pude en esos días. Pero aún así, el almuerzo y los platos que nos pusieron en el restaurante donde comimos estaban para chuparse los dedos. Buenísimo todo. Y muy divertidas las conversaciones. La gente nos trató genial durante todo el tiempo. Tito publicó una crónica detallada del evento. Si hay oportunidad, repetiré la próxima.
Agradecer a Tito el detallazo del plato decorativo que nos regaló a todos los que asistimos. A mí me hubiese gustado llevar algunos dulces típicos de la tierra, pero como llevaba unos días bastante liada con trabajo, al final apenas tuve tiempo de hacer la maleta y poco más.
Liadísima, pero no quería demorarme más y aprovecho esta entrada para agradecerles a tod@s las visitas y los comentarios que han ido dejando en los últimos días. Aprovecho también para agradecer nuevamente a los que participaron en las dos quedadas lo bien que me lo pasé. Y para excusarme por no estar visitando y comentando las fantásticas recetas que están publicando, pero el día sólo tiene 24 horas. A ver si alguien consigue inventar días más largos. Al menos para los primeros meses del año, ¡que son los de más trabajoooooo!
Un abrazo a todos.