jueves, 21 de junio de 2012

¡¡Me he ganado un reloj!!


Reloj


¡No un reloj cualquiera! En este caso hecho por la profesora de las clases de alfarería canaria, Tere Campos. En el último año he asistido con regularidad a las clases impartidas en la Universidad Popular, dos veces por semana. Siempre me había llamado la atención este difícil arte y he venido desarrollándolo como hobbie en los últimos tiempos. El tiempo vuela dando forma al barro. Termino el curso con la convicción de volver el próximo.

Para celebrar el final de curso Tere decidió sortear dos relojes, uno el miércoles en clase y otro el sábado, que se realizará en Moya donde cocerán las piezas que hemos creado cada uno de nosotros. Yo no podré asistir, una pena. Para participar en el sorteo era necesario canjear un paquete de gofio por un boleto. El gofio irá al banco de alimentos y, de ahí, a gente que realmente lo necesita. Un muy bonito gesto por parte de la profesora y por parte de todos los compañeros del curso -y de otros cursos- que participamos.

Me hace una ilusión enorme, lo confieso. En mi corta vida no tengo recuerdos de que me haya tocado mucha cosa en los sorteos, y entre tantos como participábamos había muchas probabilidades de que no me tocase. Además, en este caso es especial, no solo porque el reloj es precioso, tal como pueden comprobar, sino por el cariño y dedicación con que están hechos. A lo que habrá que sumar la cantidad de buenos recuerdos que me llevo. Durante este tiempo he conocido a gente maravillosa, he compartido muchísimas risas durante las cuatro horas semanales de clase y, aunque parezca contradictorio, han sido infinitas las charlas de carácter gastronómico (con alguna merienda en la que todos traíamos platos para compartir y algunos lo cocinábamos allí). Pero, sobretodo, el haber aprendido un bonito oficio que anda ya en peligro de extinción. Como el oficio, los artesanos son también especie condenada a desaparecer si todo sigue igual. Tan solo las iniciativas de este tipo consiguen que no los olvidemos definitivamente.

Resultados de algunas de las charlas gastronómicas.

Relleno de pollo para tacos - Comida clase alfarería
Relleno de pollo para tacos
Guacamole - Comida clases alfarería
Guacamole
Comida Mexicana - Alfarería Canaria
Guiso de judías

Pan fermentado - Merienda con pan
Pan fermentado

Horno barro - Merienda con pan
Horneando el pan en horno de barro
Nieves rematando la tapa del tajíntajine
Dándole brillo a la tapa de mi tajín

Para terminar agradecer a Alberto, la mano inocente, que sacase mi número.


Entrega del premio
Alberto y yo en la entrega del premio




lunes, 4 de junio de 2012

Pan de naranja y plátano. Panificadora Silver Crest

Como ya adelanté en capítulos entradas anteriores, estoy encantada de tener la panificadora Silver Crest, de Lidl y desde entonces no compro pan, lo hago en casa sin demasiado trabajo. Me parece una auténtica maravilla ya que no soy muy habilidosa amasando. No suelo hacer el mismo si no que voy copiando o inventando recetas y adaptándolas a mis gustos, vamos que estoy encantada de haberla conocido. Y para acabar el lote me compré el complemento perfecto, la tostadora, también de Lidl porque la mía justo se me estropeó al poquito de tener la panificadora. Menudos desayunos...

Pan de naranja y plátano


Este pan lo he sacado de un libro que me prestó Amanda "El mejor pan casero" para elaborarlos con la panificadora, magnífico. En su blog también pueden acceder a la misma receta, aquí está.

Ingredientes:

  • 4 cucharadas de zumo de naranja.
  • 200 ml. de suero de leche o agua.
  • 2 plátanos maduros medianos o 1 grande pelado y chafado.
  • 3 cucharadas de miel clara.
  • 500 g. de harina de fuerza blanca y 1-2 cucharadas adicionales por si la masa queda muy pegajosa.
  • 1 cucharada y media de leche desnatada en polvo, opcional.
  • 1 cucharadita de sal.
  • 40 g. de mantequilla a temperatura ambiente.
  • 1 cucharadita de levadura seca.
  • Leche para glasear, opcional.

Pan de naranja y plátano, corte


Sacar el recipiente de la máquina y poner el zumo de naranja y el suero de leche o agua templados. Añadir el plátano triturado y la miel. Espolvorear la harina sobre el líquido para cubrirlo, si se utiliza agua, espolvorear la leche en polvo sobre la harina, pero no hacerlo si se utiliza el suero de leche, como ha sido mi caso. Colocar la sal y la mantequilla en dos ángulos del molde. Hacer un hueco en la harina con el dedo sin que se vea el líquido y poner en él la levadura. Meter el molde en la máquina y cerrar la tapa. Seleccionar el menú 1, pan normal, peso 750 gramos y tostado medio.

Si la masa queda muy pegajosa hacia el final del primer amasado, añadir una o dos cucharadas adicionales de harina, que la masa quede más o menos pegajosa depende de los maduros que estén los plátanos.

Justo antes de que comience el ciclo de horneado (aproximadamente dos horas después del inicio), pintar la parte superior del pan con leche para glasearlo. Una vez terminado el ciclo, apague la máquina, retire el molde con manoplas para horno y volcar el pan sobre una rejilla para que se enfríe.