Ingredientes:
- 125 g. de agua.
- 50 g. de mantequilla.
- Una pizca de sal.
- Una pizca de azúcar.
- 80 g. de harina.
- 2 huevos.
Precalentar el horno a 180°.
Thermomix:
Pesar la harina y reservar. Verter en el vaso el agua, la mantequilla, la sal y el azúcar, programar 8 minutos, 100°, velocidad 4. Agregar la harina de golpe y programar 15 segundos, velocidad 4. Dejar templar unos minutos retirando el vaso de la máquina.
Poner el vaso de nuevo en la máquina, programar velocidad 4 y añadir los huevos de uno en uno. Recomiendan dejar reposar la masa, pero yo la utilicé directamente, la metí en una manga pastelera con una boquilla estrellada y... ¡a formar popotitos!.
Tradicional:
Poner en un caldero el agua con la mantequilla, la sal y el azúcar, cuando comience a hervir retirar del fuego, añadir la harina y remover bien para que no queden grumos, añadir los huevos de uno en uno, mezclando muy bien para que quede una masa homogénea y sin grumos.
A partir de aquí igual para las dos preparaciones:
Forrar la bandeja del horno con papel de hornear e ir haciendo los popotitos separados unos de otros. A mi me gustan más bien pequeños, para esto con hacer un poquito de presión en la manga será suficiente porque luego crecen en el horno. Hornear durante 20 minutos sin abrir la puerta del horno durante este tiempo.
Al ser una masa con un sabor neutro, combina muy bien con rellenos dulces y salados. Mi elección esta vez fue la crema pastelera de turrón. Y para rellenarlos, ponemos el relleno en una manga pastelera con una boquilla muy fina, rompemos con cuidado la base de los profiteroles con la punta de un cuchillo y por ahí vamos rellenando.
Con estas cantidades he sacado dos bandejas de horno. Se pueden congelar una vez horneados y quedan perfectamente al descongelar.